Más del 77% de las personas trabajadoras en las cooperativas andaluzas son mujeres, según un estudio realizado por la Federación Andaluza de Cooperativas de Trabajo (FAECTA). Este proyecto, financiado por la Dirección General de Trabajo Autónomo y Economía Social de la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, se desarrolla bajo el título “Incorporación efectiva de la mujer a la Dirección de las cooperativas como factor de la continuidad de una empresa” y tiene como objetivo principal el fomento de la Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en los cargos directivos y los puestos de decisión.
La metodología empleada ha sido un estudio de campo a través de cuestionarios semiestructurados y entrevistas en profundidad. Y el universo de estudio lo han conformado empresarias y empresarios gerentes y con cargos directivos en las cooperativistas de Andalucía, de diferente edad, territorio, ámbito profesional, actividad empresarial y posición de relevancia dentro del cooperativismo andaluz.
Durante el desarrollo del proyecto, 300 cooperativas han sido consultadas formando parte de la muestra de estudio extrapolada de 1.550 cooperativas de las ocho provincias andaluzas de diversos sectores económicos y tamaño.
Según los datos analizados, los órganos de gobierno de las cooperativas de trabajo en Andalucía están integrados en un 50,26% por hombres y en un 49,74% por mujeres, haciendo un análisis global y en general. Si bien es cierto que siendo en principio unas cifras que llegan a ser prácticamente 50-50%, si los analizamos en algunas provincias, según sectores económicos masculinizados y cooperativas masculinizadas se producen brechas de género que llegan a volcar datos de un 64,29% integradas por hombres y un 35,71% por mujeres en los órganos de administración de la cooperativa, como es el caso de la provincia de Jaén. Dicha brecha de género puede ser corregida con la implementación de medidas positivas en las cooperativas masculinizadas.
Sin embargo, a nivel de puestos directivos y gerenciales, las empresas cooperativas andaluzas están integradas (en cifras generales) en un 49,39% por hombres y en un 50,61% por mujeres, volcándose en este sentido la balanza hacia la mujer, en décimas. Además, se da la casuística en alguna provincia, como es el caso de Córdoba, de estar los puestos directivos ocupados en un 29,41% por hombres y en un 70,59% por mujeres. Produciéndose en este caso, una feminización considerable en los puestos gerenciales de las cooperativas cordobesas.
Otro aspecto evaluado en el estudio ha sido el grado de implementación de medidas positivas para lograr la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en estas empresas, arrojando que más del 65% tienen implementadas algún tipo de medida, frente al 34% que no las tiene todavía. Esto apunta a las empresas y los sectores masculinizados estudiados, donde todavía se debe trabajar y mediar por corregir las brechas de género que se perpetúan en dichas cooperativas.
Tras el estudio, podemos afirmar que la fórmula cooperativa muestra indicadores que hacen pensar que el cooperativismo y, en concreto el de trabajo, se muestra como una fórmula jurídica y empresarial que cuenta con una amplia participación de mujeres, tanto desde el punto de vista laboral como mano de obra, como desde un punto de vista más empresarial o ejecutivo con una alta participación en la toma de decisiones empresariales.
En este sentido, el diseño de esta radiografía cuantitativa sobre las mujeres directivas en el cooperativismo andaluz deberá contribuir al fomento del liderazgo femenino en el emprendimiento cooperativo, al fortalecimiento del papel de la mujer en nuestro sector empresarial y a su mayor visibilidad social para las futuras generaciones de emprendedoras.