Más de 20 empresas cooperativas andaluzas solicitarán la acreditación al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades del Gobierno de España, en el marco de un proyecto liderado por FAECTA, con la financiación de la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía.
Desde la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas (FAECTA), se viene ejecutando desde 2023 el proyecto “Consultoría especializada para detección de proyectos de I+D+I y asesoramiento en el proceso de obtención del sello Pyme Innovadora”, subvencionado por la Dirección General de Trabajo Autónomo y Economía Social de la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía.
El proyecto, que ha contado con una amplia participación, está permitiendo que más de 20 cooperativas de trabajo asociado andaluzas, se estén preparando documentalmente para una futura solicitud del Sello Pyme Innovadora, que otorga el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades del Gobierno de España.
El sello les identificará como pymes altamente innovadoras y les permitirá de forma paralela obtener una serie de beneficios, como bonificaciones en la cotización a la Seguridad Social del personal investigador dedicado en exclusiva; deducciones fiscales por I+D+i establecidas en el artículo 35 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades; beneficios en ciertas líneas de ayudas donde expresamente se mencione la condición de tener que ser “PYME innovadora”; o la posibilidad de participar en la contratación pública a través de la denominada Compra Pública Innovadora (posibilidad de reserva de contratación precomercial a pymes innovadoras).
Y es que la innovación forma parte del ADN cooperativo.
En la innovación las cooperativas encuentran una herramienta fundamental para dar respuestas a cuestiones claves para su proyecto empresarial y su compromiso con el territorio, como la sostenibilidad y la transformación energética.
En entidades vinculadas a la innovación tan cualificadas como CTA (Corporación Tecnológica de Andalucía) hay presencia cooperativa.
Incluso la Ley de Startups recoge a las empresas cooperativas como una de las formas societarias que pueden tener estas empresas altamente innovadoras (a pesar de lo cual en el registro oficial de ENISA sólo hay entre más de mil inscritas un par de sociedades laborales, ambas de Madrid).
La fórmula cooperativa ofrece ventajas a los emprendedores que son perfectamente compatibles con proyectos enfocados a la innovación. Más aún, incluso pueden estimularlo.
En el sector de las cooperativas de trabajo, un estudio realizado por Faecta revela que 3 de cada 4 cooperativas andaluzas realizan actividades de I+D+i: el 36% de las cooperativas están involucradas en actividades de innovación; el 14% en actividades de desarrollo, y el 7% en actividades de investigación. Lo hacen además intercooperando en más de un 70% de los casos: el 33% intercoopera con otras empresas cooperativas; el 8% lo hace con universidades; el 6% con consultoras y el 3% con centros tecnológicos y otras entidades de innovación. ¿En qué campos trabajan estas empresas: digitalización o actividades de desarrollo de software (el 50%), servicios de información científica y técnica y la gestión de prototipos, actividades de prospección, cuidados médicos especializados e industrias piloto.
Sobre la inversión en I+D+i, se puede destacar que casi un 60% han invertido más de 2.000 euros en el último año, mientras que el 20% han invertido más de 5.000 euros.
Innovación agroalimentaria
En el sector agroalimentario, incluso la federación de Cooperativas Agro-Alimentarias está inscrita como empresa innovadora, y participa en proyectos de primer nivel europeo que pueden revolucionar la agricultura y la ganadería a nivel internacional, fomentando la circularidad, la eficiencia o la adaptación al cambio climático. Esa vocación se extiende a buena parte de las grandes cooperativas del sector, en punta de lanza de la innovación.
La magnitud y la complejidad técnica de estos grandes proyectos innovadores se abordan desde la cooperación con otras empresas, centros investigadores y universidades.
Y no se quedan sólo en las primeras fases de desarrollo de las nuevas ideas. Les encuentran aplicación práctica. Gracias a la innovación están llevando a los nuevos mercados productos más saludables, más sostenibles y con gran aceptación.
Estas grandes empresas agroalimentarias ejercen además un importante efecto tractor, pues demandan servicios de alto valor añadido que estimulan el tejido empresarial de su entorno, retienen talento en los pueblos y dinamizan las economías locales.
Con más de 11.000 millones de facturación anual, las cooperativas agroalimentarias participan en dos tercios de los productos que forman parte de la cesta de la compra de los ciudadanos.
Según datos de un estudio elaborado por la asociación empresarial CESUR con datos de 2020, la inversión innovación de las empresas del sector agroindustrial de Andalucía, en el que la aportación de las cooperativas es mayoritaria, es el 12.17%, aproximadamente 100 millones de euros, mientras que en España es el 5,62%, El análisis de la innovación más avanzada que está teniendo lugar en la agroalimentación nos revela que hay dos revoluciones en marcha, la biotecnológica y la digital, ambas con grandes perspectivas de impacto y estrechamente relacionadas entre sí.
El estudio necesita ya una actualización, pues en los últimos años la apuesta por la innovación en este sector, y en sus cooperativas, se ha redoblado. Son datos que desmontan tópicos sobre las empresas cooperativas andaluzas, que están liderando la innovación en muchos campos.