El Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales ha publicado la ‘Guía para un retorno saludable al trabajo tras la COVID-19”, un documento en el que se recogen recomendaciones a las empresas para que la vuelta al trabajo se produzca de una manera saludable y sostenible, y que advierte de los riesgos psicosociales por el periodo de confinamiento.
El documento, de 64 páginas y descargable en la url https://juntadeandalucia.es/export/drupaljda/Guia_Retorno_Saludable_Covid-
19.pdf, ha sido elaborado por el instituto, agencia administrativa dependiente de la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo que incluye en sus órganos de participación a empresarios y sindicatos y está destinada al fomento de la cultura preventiva y la mejora de las condiciones de trabajo.
La guía parte del planteamiento de que muchas empresas han tenido que reorganizarse en un tiempo récord y buscar soluciones de teletrabajo durante el confinamiento, mientras que ahora que la mayoría prepara el regreso de sus trabajadores de forma presencial “se dibuja en un escenario diferente al que se dejó atrás antes de la pandemia”. En este contexto, las “incertidumbres ante un futuro incierto, la necesidad de asegurar una protección eficaz frente al coronavirus, la reorganización de los 2 espacios y pautas de trabajo” y “en primer plano, las personas, que retornan con su carga de incertidumbres y con una huella emocional por la experiencia
vivida” toman protagonismo, y se advierte de que el “sufrimiento individual, puede generar una falta de motivación y, en definitiva, poner en cuestión la productividad” además del efecto de la pandemia en el “estrés emocional”.
No obstante, la publicación advierte que no hace referencia a los aspectos legales de protección frente al coronavirus ni a la prevención del resto de riesgos laborales, cuyas medidas de aplicación se deben a los referentes normativos que determinen en cada momento las autoridades competentes.
La guía está dirigida a las personas responsables de organizar y tomar las decisiones en el proceso de la vuelta al trabajo en las empresas, y propone acciones para el antes, el durante y el después del proceso de vuelta al trabajo, dividiendo todo el proceso en dos fases. La primera fase “Preparando la vuelta al trabajo: cómo organizar un retorno saludable”, tiene como objetivo hacer consciente a todo el personal de la preocupación de la empresa por su estado de ánimo y de salud y del compromiso en organizar el retorno de una forma lo más saludable posible.
Para ello se proponen acciones como indagar sobre el estado emocional de las personas tras el confinamiento, para lo que se añaden en el anexo cuestionarios tipo anónimos; y distintas fórmulas para hacer público el compromiso de la empresa de organizar una vuelta al trabajo saludable, con acciones propuestas de comunicación o incluso un modelo tipo de “Declaración de compromiso por una vuelta al trabajo saludable”.
La segunda fase, denominada “la vuelta al trabajo”, se divide en cuatro capítulos: acogida, reuniones de equipo, gestión participativa de cambios y seguimiento de la situación. La acogida tiene como objetivo “trasmitir al personal de que manera la empresa quiere abordar el retorno para hacerlo de forma saludable” y propone acciones como una reunión de bienvenida y un tour de presentación de cambios.
El segundo capítulo, reuniones de equipo, tiene como objetivo “revitalizar el espíritu de colaboración y apoyo y favorecer la implicación del personal promoviendo su participación en las necesarias adaptaciones del trabajo y en la gestión de los cambios correspondientes”, con acciones como una primera reunión con el equipo y encuentros periódicos, y se facilitan pautas para las
reuniones y claves para una buena comunicación.
En tercer lugar, la gestión participativa de cambios persigue “promover la participación del personal en el diseño e implementación de los cambios organizativos y operacionales, con el fin de enriquecer las soluciones y promover el empoderamiento”, con acciones como la adaptación de procedimientos y procesos de resolución de problemas.
Por último, el cuatro capítulo, centrado en el seguimiento, pretende dar recomendaciones para mantener la atención al estado de ánimo del personal mediante el compromiso visible de la dirección, la comunicación y la participación.
La guía viene acompañada de un “decálogo para un retorno saludable al trabajo tras la COVID-19”, con mensajes como “prepara la vuelta”; “el foco en la salud; “cuenta bien los cambios”; “comunica con transparencia”; “cuenta con la gente” o “cuida de las personas”.