Ayer, 21 de junio de 2020, terminó el estado de alarma decretado por primera vez por el Decreto 463/2020 de 14 de marzo, y prorrogado hasta en seis ocasiones en el Pleno del Congreso de los Diputados, en las sesiones celebradas el 25 de marzo, 9 de abril, 22 de abril, 6 de mayo, 20 de mayo y 3 de junio de 2020.
El Gobierno acordó el 9 de junio el real decreto ley de la ‘nueva normalidad‘, con medidas de higiene y seguridad renovadas para seguir controlando la transmisión del coronavirus tras el estado de alarma.
Sin embargo, el Gobierno mantiene una serie de medidas de precaución y las comunidades autónomas tienen plena competencia para fijar diferentes normas en función de los datos epidemiológicos.
Se ha establecido el uso obligatorio de mascarilla en la vía pública, en espacios al aire libre y en espacios cerrados de uso público, así como en los transportes, siempre que no sea posible garantizar una distancia física de al menos 1,5 metros, con multas por incumplimiento de hasta 100 euros. El decreto también establece las habituales normas de higiene y distancia física en lugares públicos y obliga a las comunidades autónomas a garantizar el diagnóstico precoz y la disponibilidad de medios materiales y profesionales para la prevención y control del COVID-19.
Aunque las normas citadas son obligatorias en todos los territorios, hay otras que cada gobierno regional podrá legislar según su criterio. La mayor diferencia se produce en cuestión del control de aforos. Otros aspectos en el que difieren las distintas comunidades es en el ocio nocturno, las limitaciones en playas, piscinas, fiestas populares o actividades al aire libre.
La nueva normalidad también posibilita viajar sin restricciones por todo el país y desde este domingo se abren las fronteras con los países del espacio Schengen y de otros seis que, aunque no han suscrito el acuerdo, forman parte de la Unión Europea: Reino Unido, Irlanda, Rumanía, Bulgaria, Chipre y Croacia. En el caso de Portugal, la apertura se retrasará al 1 de julio.
Respecto a terceros países, España prevé ir recuperando la movilidad gradualmente a partir del 1 de julio.
Los viajeros que entren a España desde este domingo a través de aeropuertos y puertos se someterán a tres controles por parte de las autoridades sanitarias: se les tomará la temperatura, se les realizará una observación visual sobre su aparente estado de salud y deberán rellenar un documento con su procedencia, si han pasado la enfermedad en qué condiciones y el lugar en el que se alojarán. Si no supera satisfactoriamente alguno de estos requisitos, será examinado por un médico y, en función del diagnóstico, derivado a los servicios sanitarios para ponerle en cuarentena si fuera necesario o incluso hospitalizado.