La presencia del cooperativismo en la universidad andaluza es reducida. Es la conclusión de un trabajo de investigación de Antonio Manuel Ciruela-Lorenzo, Juan José Plaza-Angulo, Samuel Medina Claros -recogido por CIRIEC-España- que han analizado cómo nueve universidades contribuyen a fomentar un ecosistema emprendedor como contexto en el que se produce un desarrollo económico y laboral. Además, desde ellas se impulsan redes con el gobierno y la industria,, pero obviando los valores de responsabilidad social inherentes a una cultura emprendedora cooperativa.
Únicamente se han identificado una treintena de asignaturas de grado donde se abordan algunos aspectos vinculados a la economía social o el cooperativismo y una veintena en posgrados, además de dos titulaciones específicas de posgrado. Además, la presencia del cooperativismo se aborda principalmente desde el ámbito jurídico, incidiendo en aspectos formales en lugar de ahondar en su esencia eminentemente social.
La información procedente de las entrevistas con los servicios de emprendimiento es especialmente esclarecedora. Se evidencia que, salvo excepciones, desde estos organismos no se fomenta el emprendimiento cooperativo. Es más, se revela un desconocimiento generalizado sobre el régimen jurídico y particularidades de estas empresas, lo que origina la imposibilidad
de informar convenientemente a estudiantes y potenciales emprendedores.
Esta circunstancia revierte en un desconocimiento por parte de los potenciales emprendedores (estudiantes universitarios) tanto de las peculiaridades del modelo como de los valores y principios que lo sustentan. En este sentido, tanto el movimiento cooperativo como los poderes públicos podrían materializar su compromiso con la economía social a través de acciones concretas, tales como campañas informativas en torno a la verdadera naturaleza y características de estas empresas, y dirigidas a la sociedad en general. Por otro lado, podría ser fructífero impulsar el conocimiento más profundo del cooperativismo, no solo entre los estudiantes
universitarios sino también entre los de enseñanzas medias, pues este se construye sobre un conjunto de principios y valores irrenunciables y, en ocasiones, es complejo asumirlos sin un conocimiento y práctica anterior.
El análisis indica también que en el ámbito universitario son dos los grandes agentes que condicionan el fomento e impulso del emprendimiento cooperativo: el propio sector cooperativo y las universidades. Estos son los principales responsables de que entre los estudiantes exista una adecuada y correcta formación e información sobre el movimiento cooperativo y, en consecuencia, la oportunidad de emprender bajo esta tipología empresarial.
Por un lado, las cooperativas y sus asociaciones deben fomentar la colaboración con las universidades y verter información a la sociedad. Aspecto este que ya ha sido evidenciado en trabajos anteriores como del de Julià et al. (2020) donde ser recomienda el mayor alineamiento del mundo de la economía social con los ecosistemas emprendedores universitarios. Y, por su parte, las
universidades debieran procurar que el personal de los servicios de emprendimiento cuente con la formación necesaria para asesorar a los potenciales emprendedores en esta materia y, por tanto, trasladar información de todas las opciones en las que pueden apoyar sus proyectos.
No es comprensible que se obvien determinadas formas jurídicas, como las cooperativas, por falta de conocimiento al respecto o por prejuicios, normalmente, infundados.
Además, las entrevistas realizadas revelan la primacía del emprendimiento individual entre los estudiantes universitarios, evidenciando la falta de fomento del emprendimiento colectivo. Al mismo tiempo, el papel del profesorado se antoja clave en este proceso. Abogar por la implantación de nuevas líneas de investigación, mediante el trabajo conjunto del profesorado universitario y los representantes de las cooperativas, podría dar lugar a un mayor número de prácticas en estas empresas, trabajos fin de estudios u otros proyectos sinérgicos que ayudarían a difundir las características y valores cooperativos en el ámbito universitario.
Por último, los resultados reflejan la falta de apoyo de inversores y asesores externos, una circunstancia recurrente en el ámbito del cooperativismo (Seguí-Mas et al., 2013).
Los posibles inversores suelen decantarse por proyectos liderados por autónomos o por figuras jurídicas de fácil conversión como las sociedades limitadas. En este sentido, la implicación de los organismos públicos a través de legislaciones que permitan la versatilidad de las empresas cooperativas, el lanzamiento de productos financieros definidos (como el reciente programa
InvestEU lanzado en 2022), o la creación de centros específicos para mejorar el acceso a la financiación pueden resultar especialmente eficaces.
Si el emprendimiento es una herramienta que se puede usar para mejorar la sociedad, parece oportuno que un modelo democrático regido por principios y valores basados en la justicia, la equidad y la solidaridad, donde lo social prima por encima del beneficio económico y donde la responsabilidad social no es un añadido sino una consecuencia estructural, ocupe, como mínimo, el mismo lugar que el de otras figuras mercantiles.
Las universidades públicas y el personal de las mismas deben trabajar en la difusión, valorización y transferencia de conocimiento al servicio de la calidad de vida y del desarrollo económico, por lo que no parece comprensible que estas instituciones no fomenten de manera generalizada una figura jurídica que ha sido y es esencial para mejorar la calidad de vida de la población y que se han constituido como elementos imprescindibles del desarrollo local y la vertebración territorial.
En un contexto como el actual, de precarización laboral, altas tasas de desempleo juvenil y envejecimiento/despoblación del medio rural, es más necesario que nunca repensar sobre el modelo de emprendimiento que se fomenta desde las universidades públicas y sus consecuencias a medio y largo plazo.
CIRUELA-LORENZO, A.M., PLAZA-ANGULO, J.J. & MEDINA, S. (2023): “La cooperativa como alternativa de emprendimiento colectivo. Su presencia y fomento en las universidades públicas andaluzas”, CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa, 109, 99-128. DOI: https://doi.org/10.7203/CIRIEC-E.109.24079.